Permíte darte un tiempo, el tiempo suficiente y acepta la compañía de amigos o prefesionales para que en el transcurrir de ese tiempo necesario sane por completo. Intentar taparla, vendarla o maquillarla es solo eso, esconderla. Vivir el proceso y amar cada minuto que se siente el dolor ayudará a entender que lo que quede en el alma será una experiencia de vida que puede convertite en un ser que se valora y ama.
Ábrete sin pudor al gran dolor que ocasiona muchas veces el desinfectarte, es solo cuestión de tiempo para que la sabiduría de la experiencia vivida sea palpable en tu corazón.
Ábrete sin pudor al gran dolor que ocasiona muchas veces el desinfectarte, es solo cuestión de tiempo para que la sabiduría de la experiencia vivida sea palpable en tu corazón.
Tiempo... es algo que solo se percibe en esta dimensión, sin embargo la cicatriz que quede será el alimento de vida en todas las dimensiones del alma para que con amor te des cuenta que eres solo tu el verdadero sanador y que las cicatrices serán tus compañeras inseparables por siempre... aprenderás a vivir con ellas mirándolas con respeto y admiración porque esas cicatrices son lo que eres TU.
Lucía Rodríguez LarraínTerapeuta Holística.